Ramón de Mesonero Romanos (Madrid, 1803 – 1882) fue un escritor español. Sus estudios históricos y artículos de costumbres dedicados a la capital española le hicieron acreedor de los títulos de cronista y bibliotecario perpetuo de la villa de Madrid.
En 1856 el célebre cronista de la villa de Madrid Ramón de Mesonero Romanos adquirió una propiedad en la antigua calle de la Cañada nº 27 (actual calle Joaquín Turina). La propiedad, de unos 2000 metros cuadrados, constaba de una casa nueva de una planta que había construido el financiero Antonio Moreno y un jardín que estaba cerrado y lindaba con la calle de Polvoranca. Además de la entrada principal por la calle Cañada, existía otra en la misma vía y otra en la tapia del jardín. En el jardín había una noria y un estanque para el riego, dos pozos, una estufa y un parterre, así como ochenta árboles frutales. El origen de la casa se halla en un terreno con salida a la calle San Roque que había vendido Vicente Morales a Antonio Moreno en 1846. A su muerte, en 1853 sus hijas y herederas se reparten sus bienes. Es a la mujer de Antonio Moreno, Vicenta Pérez Riego, a quien Mesonero Romanos compra la propiedad el 9 de abril de 1856 por los 40000 reales de vellón en que se valoró. La residencia de Mesonero Romanos era un casa en la Plaza de Bilbao (actual plaza Vázquez de Mella).
La casa la destinó Mesonero Romanos como casa de recreo o residencia de verano hasta 1862, cuando el 7 de abril la vende a Manuel de Azpilcueta. En ella es probable que terminara su famosa obra El antiguo Madrid (1861), donde escribe sobre la quinta de los Cárdena y Zapata (la posterior quinta de Montijo).
De Azpilcueta la propiedad pasó a su heredera María de la Paz Gónzalez Mateo hasta su muerte en 1884. La adquirió entonces Dolores Álvarez Martínez en 1891 y luego su hermano el militar Enrique Álvarez Martínez con quien desaparecen las noticias de esta posesión. En la fotografía aérea de 1932 de Carabanchel Alto la edificación y los jardines se observan intactos, mientras que la casa principal ya aparece modificada en el Parcelario Urbano de Madrid de 1955. Actualmente no queda ningún resto de la casa de recreo de Mesonero Romanos.
Biografía de Mesonero Romanos
Era hijo de una influyente familia madrileña. Su padre, Matías Mesonero, natural de Salamanca y aficionado a la literatura, falleció en 1820, dejando a Ramón a cargo de los negocios familiares.
El Trienio Liberal marcó profundamente al autor con su atmósfera liberal y revolucionaria, a tal extremo que se alistó como miliciano nacional con apenas dieciocho años. Por entonces publicó sus primeros cuadros de costumbres: Mis ratos perdidos o ligero bosquejo de Madrid en 1820 y 1821.
En el campo literario, se interesó sobre todo por Leandro Fernández de Moratín, Bartolomé José Gallardo y Sebastián de Miñano, y leyó a los dramaturgos del Siglo de Oro: Tirso de Molina, Lope de Vega, Pedro Calderón de la Barca, Agustín Moreto o Francisco Rojas Zorrilla. También fue un entusiasta de la ópera italiana.

Despacho de Mesonero Romanos en Madrid, donde escribió «Memorias de un setentón» (dibujo de Juan Comba)
Fue distinguido miembro de la tertulia de «El Parnasillo» y formó parte de la llamada «Partida del Trueno»: José de Espronceda, Ventura de la Vega, Patricio de la Escosura, Miguel de los Santos Álvarez, Mariano José de Larra, Romero Larrañaga, Pelegrín, Segovia, entre otros románticos de espíritu ilustrado, artistas, dramaturgos y empresarios. El más unido a Mesonero fue quizá José María Carnerero, periodista y dramaturgo, que lo introdujo en los medios periodísticos más importantes de la época. Juan Grimaldi, director del teatro del Príncipe y autor de la célebre comedia de magia La pata de cabra, fue otro de los colegas de «El curioso parlante», sobrenombre con el que Mesonero firmaba sus escritos.
Por entonces empezó a experimentar inquietudes urbanísticas. El cambio que experimentó Madrid durante estos años fue motivo para numerosas salidas al extranjero con curiosidad por la fisonomía urbana que impera en distintos contextos geográficos. Desde agosto de 1833 a mayo de 1834 Mesonero Romanos viajará a Francia. Sólo parcialmente han llegado hasta nosotros los Fragmentos de un diario de viaje, publicados por los hijos del escritor en el centenario de su nacimiento. Su segunda salida al extranjero queda reflejada en su obra Recuerdos de viaje por Francia y Bélgica; sin embargo recorrió muchos otros reinos de Europa en tiempos de la regencia de María Cristina, tal como consta en los Trabajos no coleccionados publicados por sus hijos.
Redactó con Estébanez Calderón el periódico Cartas Españolas y en el período comprendido entre 1845 y 1850 se dedicó al Ayuntamiento de Madrid como concejal. Su Proyecto de mejoras generales, leído en la sesión de la Corporación municipal el día 23 de mayo de 1846, supuso una auténtica remodelación del Madrid de la época. Años más tarde redactó nuevas Ordenanzas municipales que rigieron largo tiempo.
Después inició una intensa actividad literaria: hizo ediciones de los dramaturgos contemporáneos y posteriores a Lope de Vega y Rojas Zorrilla para la Biblioteca de Autores Españoles, y fue cronista oficial a partir del 15 de julio de 1864. También colaboró en El Indicador de las Novedades, El Correo Literario y Mercantil, Cartas Españolas, Revista Española, Diario de Madrid y en la revista Semanario Pintoresco Español, de la que fue fundador.
Ingresó en la Real Academia el 3 de mayo de 1838 como académico honorario y el 25 de febrero de 1847 como miembro de número. Fue un activo ateneísta y bibliotecario nombrado a perpetuidad por el Ayuntamiento, que más tarde compró su biblioteca por 70000 reales.
Vecino de la plaza de Vázquez de Mella, de su inicial liberalismo evolucionó al conservadurismo que se percibe en sus Memorias de un setentón.
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