Asilo de San José

Trabajadores en el  asilo de San José

Trabajadores en el asilo de San José

La creación de la Fundación Instituto San José es fruto de la confluencia de los destinos de dos relevantes personalidades. De una parte San Benito Menni Figini y de otra Diego Fernández Vallejo.

Los antecedentes a la creación de la Fundación hay que buscarlos en 1867 cuando el 14 de enero los Hermanos de San Juan de Dios son recibidos en Roma en audiencia pontificia por Pío IX y San Benito Menni es nombrado comisario general de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y encomendado a restaurar la Orden en España tras la desamortización de Mendizábal de 1836. El 6 de abril llega a Barcelona, fundando ese mismo año, el Hospital infantil de Sant Joan de Déu y en 1876 el “manicomio para varones” de Ciempozuelos (Madrid).

En la misma época, Diego Fernández Vallejo, Marqués de Vallejo, insigne político, banquero y mecenas, junto con su hijo José Manuel, enfermo deepilepsia, recorre gran parte de Europa visitando los establecimientos sanitarios dedicados a su tratamiento y consultando a los más renombrados médicos de la época en busca de remedios y soluciones para su enfermedad. Se fundaban en Europa, manicomios, sanatorios psiquiátricos, reformatorios, etc., pero la epilepsia seguía careciendo de instalaciones para su tratamiento.

Busto del fundador Marqués de Vallejo

Busto del fundador Marqués de Vallejo

El 18 de abril de 1878 fallece José Manuel Fernández Vallejo Flaquer, hijo del Marqués de Vallejo, víctima de un ataque epiléptico, a la edad de 24 años. El marqués, afligido por la muerte de su hijo decide destinar gran parte de su fortuna a la creación de la primera institución dedicada al tratamiento de laepilepsia. Para ello adquirió la finca Las Piqueñas, mezcla de campo, jardín y bosque, entre los términos municipales de Carabanchel Alto y Leganés, en un lugar apacible y tranquilo.

Conocedor de la labor del Padre Menni, en la puesta en marcha del centro de Ciempozuelos (Madrid), el Marqués de Vallejo, asesorado por el doctorJulián Calleja Sánchez, insigne neurólogo y catedrático de la Universidad Central de Madrid, inicia los contactos con la Orden Hospitalaria que culminan, el 4 de agosto de 1895, en la Ceremonia de bendición y colocación de la primera piedra del futuro Instituto-Asilo de San José para epilépticos.

Los planos de las edificaciones, así como la dirección de toda la obra hasta su terminación, le fueron encomendados a los catedráticos de la Escuela de Arquitectura, Federico Aparicio y Soriano y Enrique Fort. Las obras de construcción se prolongaron por un espacio de 4 años y, meses antes de su inauguración oficial, desde septiembre de 1898 hasta el 16 de febrero de 1899, se acogieron un total 375 soldados enfermos repatriados de Cuba.

Soldados de la guerra de Cuba en el asilo de San José

Soldados de la guerra de Cuba en el asilo de San José

El 20 de junio de 1899 se otorga la escritura de fundación del Instituto-Asilo de San José para epilépticos con un capital de 5 millones de pesetas y ya el día siguiente, llegó el primer paciente, Enrique Vázquez Alonso de 16 años “que desde su adolescencia sufría el síndrome epiléptico bien comprobado”. El 21 de julio se concede la licencia de apertura, por Real Orden de 21 de julio de 1899, en la que se reconoce al Asilo el carácter de beneficencia particular.

El diseño de los extensos espacios construidos tenía una distribución más residencial y para servicios generales y talleres de rehabilitación que para camas hospitalarias.

El planteamiento inicial de los fundadores era el poder atender a unos 100 pacientes necesitados y otros tantos en régimen de pensionistas de los de entonces (que hoy corresponderían a “privados”) con el fin de conseguir el equilibrio que garantizase la viabilidad del proyecto. Esa proporción no se respetó nunca por lo que la precariedad económica caracterizó esos primeros años y la supervivencia de la Institución estuvo en grave peligro.

La guerra civil española causó estragos en el Instituto-Asilo de San José con el fusilamiento el 1 de septiembre de 1936 en Boadilla del Monte de 12 religiosos de la comunidad y la muerte, el 6 de noviembre, de 14 enfermos residentes en las refriegas que se produjeron en la ocupación de la Institución por las fuerzas nacionales.

En la década de los 40 del siglo XX se firman contratos con diversas diputaciones provinciales e instituciones públicas para la atención de enfermos epilépticos en régimen de internado.

La educación de los pacientes corría a cargo de los Hermanos y de las religiosas Benedictinas aunque no es hasta marzo de 1961 que no se enmarca legalmente la función docente en la especialidad de Educación Especial mediante convenio con el Ministerio de Educación. A lo largo de los años las cuatro unidades iniciales, fueron ampliadas para cubrir las necesidades educativas de los pacientes en edad escolar hasta llegar, en enero de 1967, a tener 19 aulas.

En los años 70 y 80 el Instituto-Asilo de San José se establece como referente en el campo del diagnóstico y tratamiento de la epilepsia. A principios de los 80 se crean los Premios Iberoamericanos de Epilepsia que, en su edición de 1985 fueron entregados por Su Majestad la reina Sofía de Grecia.

En octubre de 1976 se firmó el primer concierto con la Seguridad Social que amparaba su actuación en la red asistencial pública dando cobertura a pacientes de toda España.

Los avances en el campo de la farmacología y la mejora en la concepción social de la epilepsia hizo que cada vez más aquellos pacientes fuesen capaces de vivir en su propio entorno y por tanto descendió la ocupación del centro con la desocupación de diversos pabellones. Se decidió entonces la abertura de la Institución a la atención de otros pacientes y en ese contexto, en diciembre de 1990 se establece el primer convenio con la, entonces denominada, Consejería de Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid para la atención de pacientes ancianos en régimen de residencia asistida.

En el año 1996 el Instituto-Asilo de San José para epilépticos se acoge a la nueva Ley de Fundaciones pasando a denominarse Fundación-Instituto San José.

La década de los 90 del siglo pasado vio la eclosión del Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) como una enfermedad con una elevadamortalidad que afectaba de manera significativa a la población reclusa. Es por eso, que sensibles a la necesidad, el año 1996, se firma un concierto de colaboración con el Ministerio de Justicia e Interior para la creación de una Unidad de Cuidados Paliativos para atender pacientes afectos de SIDA en fase terminal encarcelados. El surgimiento de los primeros fármacos antirretrovirales que facilitaron el control de la enfermedad y una deficiente derivación de pacientes hizo que se rescindiese el contrato en el año 2001. Ya en el año 1998 se inició la ampliación de la atención de la unidad de Cuidados Paliativos a enfermos oncológicos y no-oncológicos procedentes de hospitales de la zona suroeste de Madrid, principalmente el Hospital Severo Ochoade Leganés y el Hospital Universitario de Getafe.

En 1998 se procede a la renovación del concierto de colaboración con INSALUD que facilita la apertura de la Institución para ampliar  y diversificar su cartera de servicios a otras patologías hasta llegar al periodo 2000-2005 en que se produce un progresivo incremento en la actividad asistencial que nos lleva hasta la situación actual.

Con la nueva Ley del Mecenazgo a partir del año 1995 se constituye el Patronato de la Fundación formado por cinco patronos: El Arzobispo de Madrid, como Presidente de la Fundación, dos personas designadas por el Arzobispo de Madrid y dos personas designadas por el Hermano Provincial de losHermanos de San Juan de Dios de la Provincia de Aragón-San Rafael.

En la actualidad, la actividad asistencial está concertada en su práctica totalidad con la Comunidad de Madrid: con el Servicio Madrileño de Salud,  la Consejería de Asuntos Sociales y con la Consejería de Educación para el Colegio de Educación Especial.

Edificio principal de la Fundación

Edificio principal de la Fundación Instituto San José en la actualidad

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